El recuento de células endoteliales es una prueba que permite la valoración de la densidad, el tamaño y la forma de las células endoteliales. Las células endoteliales son las células que forman la capa más profunda de la córnea, el endotelio.
La interferometría mide el potencial visual o expectativa visual, sirve para detectar disminuciones de la agudeza visual por patologías oculares, también para definir expectativas de resultados quirúrgicos.
Es un estudio invasivo de diagnóstico, en el que se fotografía el interior del ojo para obtener un mapa detallado de los vasos sanguíneos de la retina.
Estudio especializado en el análisis del grosor de las fibras del nervio óptico. Esta indicado en pacientes con degenraiocn macular, diabéticos o en patologías de la mácula.
La OCT es una prueba complementaria con la que se obtienen imágenes del tejido que se quiere estudiar utilizando la luz como fuente de energía.
Reproduce con gran nitidez imágenes de la córnea, iris y cristalino. Realiza la medida de topografía y elevación de la cara anterior y posterior de la córnea, mide su poder de refractivo total, medida automática en 360º del ángulo de cámara anterior ocular , profundidad de la cámara y volumen de la misma,mide así mismo la opacidad de la córnea y del cristalino.
La tomografía de coherencia óptica (OCT) nos permite obtener imágenes de alta resolución de corte transversal del segmento anterior y posterior del ojo de forma no invasiva utilizando para ello la interferometría óptica. Actualmente se ha convertido en una herramienta muy útil para el estudio ultraestructural de la anatomía ocular.
El Analizador de Respuesta Ocular de Reichert (ORA, por sus siglas en inglés) es el único instrumento capaz de medir la Histéresis Corneal (HC), una indicación de las propiedades biomecánicas de la córnea.
La biometría ocular IOL Master es una prueba que mide el tamaño del globo ocular, llamada longitud axial, y permite calcular la potencia dióptrica de las lentes intraoculares que se implantan al extraer el cristalino, que es la lente interior del ojo que ayuda a enfocar mejor.
La terapia antiangiogénica ayuda a mejorar y a frenar la Degeneración Macular Asociada con la Edad (DMAE). Esta enfermedad degenerativa incide en el área central de la retina llamada mácula.
La mácula es la encargada de la visión central, por eso la DMAE se manifiesta con la pérdida de la visión en esta área, manteniendo la visión periférica. Otros síntomas incluyen visión distorsionada, visión de manchas e incapacidad para ver con poca luz.
Este tipo de DMAE progresa lentamente, por lo que puede ser asintomática. Allí radica la importancia de visitar al oftalmólogo periódicamente. La DMAE Seca produce la pérdida de células nerviosas en la mácula.
Su progresión es rápida, por lo que conduce a la pérdida de la visión central en poco tiempo. Por eso, debe ser tratada inmediatamente. La DMAE Húmeda ocasiona el crecimiento anormal de vasos sanguíneos, produciendo hemorragias que afectan los tejidos.
Un pterigión es un bulto elevado, en forma de cuña, en el globo ocular, que comienza en lo blanco del ojo (la esclera) y puede invadir la córnea. Si usted tiene más de uno de estos bultos en los ojos, hablamos de "pterigiones", en plural.
Si bien la radiación ultravioleta del sol parece ser la causa fundamental del desarrollo y crecimiento de los pterigiones, el polvo y el viento también están implicados ocasionalmente, así como el trastorno de ojos secos.
Muchas personas con un pterigión leve quizás no experimenten síntomas ni requieran tratamientos. Pero los pterigiones grandes o en crecimiento a menudo causan una sensación como si tuvieran arena, picazón o ardor, o la sensación de tener algo en el ojo (llamada sensación de cuerpo extraño en el ojo). También, estos pterigiones con frecuencia se inflaman, ocasionando un aspecto poco atractivo en los ojos enrojecidos.
La catarata es la opacificación o pérdida de transparencia del cristalino, en cualquiera de sus partes.
Las cataratas provocan disminución de la agudeza visual lejana, perdida de la intensidad de los colores y deslumbramientos o fotofobia (molestias con la luz), además de pérdida de la sensibilidad al contraste.
La catarata no tiene tratamiento médico, es decir, no se trata ni con gotas (colirios) ni con medicamentos vía oral ni inyectados. El único tratamiento existente es quirúrgico, es decir, extraer el cristalino opacificado y sustituirlo por una lente intraocular transparente.
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo.
La cirugía láser puede utilizarse para ayudar a sellar los vasos sanguíneos que sufren pérdidas. Esto puede disminuir la hinchazón de la retina. La cirugía láser también puede ayudar a encoger los vasos sanguíneos y evitar que vuelvan a crecer. En algunos casos, es necesario realizar más de un tratamiento.
Si tiene retinopatía diabética proliferativa avanzada, su oftalmólogo puede recomendarle una cirugía llamada vitrectomía. Su oftalmólogo extrae el gel vítreo y la sangre de los vasos anormales en la parte de atrás del ojo. Esto permite que los rayos de luz se enfoquen correctamente en la retina nuevamente. También puede extirparle tejido cicatrizante de la retina.
El principal síntoma de la miopía es que el paciente ve claramente los objetos cercanos, pero percibe de forma borrosa y le cuesta enfocar los objetos que se encuentran a una cierta distancia. La técnica LASIK es la más extendida en la actualidad para la corrección de los defectos refractivos y está plenamente consolidada tras más de veinte años de aplicación. Este método es rápido, sencillo, eficaz y permite que el paciente se reincorpore rápidamente a su actividad cotidiana.
La hipermetropía es un trastorno común de la vista en la que puedes ver claramente objetos distantes, pero los objetos cercanos pueden resultar borrosos. ¿Cómo se corrige la hipermetropía? Existe la opción de la cirugía refractiva para corregir el defecto sin necesidad de usar ningún elemento externo (lentes).Será el oftalmólogo el que, tras valorar los resultados de una serie de pruebas preoperatorias, indique qué tratamiento es el más adecuado para cada paciente en función de factores como la anatomía de su ojo, su edad o sus expectativas visuales.
El astigmatismo es un tipo de error de refracción común. Es un trastorno en que el ojo no enfoca la luz de forma pareja sobre la retina, el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo. ¿Cómo se corrige la astigmatismo? La cirugía refractiva tiene el propósito de cambiar de manera permanente la forma de la córnea. Este cambio en la forma del ojo restablece la capacidad de enfocar del ojo. Pues permite que los rayos de luz se enfoquen con precisión sobre la retina para una visión mejorada.
La presbicia es la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos. Es una parte natural y a veces molesta del envejecimiento. Por lo general, la presbicia empieza a notarse entre los 40 y 45 años.
Cirugía láser: consiste en moldear la córnea para modificar su asfericidad (curvatura) y aumentar la profundidad de foco, compensando así la pérdida de acomodación del cristalino.
Implante de lentes intracorneales: no tienen poder óptico (es decir, no modifican las dioptrías) pero, igual que el láser, combaten la dificultad para enfocar en la visión cercana incidiendo en la curvatura corneal. Estas lentes se colocan centradas en la córnea y pueden extraerse con facilidad sin alterar las estructuras oculares, por lo que se trata de un procedimiento reversible.
Implante de lentes intraoculares: consiste en sustituir el cristalino por una lente pseudofáquica (ya sea monofocal o multifocal) que, a partir de cierta edad, cumple su función de manera más efectiva. Es el mismo procedimiento que se utiliza en la cirugía de catarata.
El glaucoma es una enfermedad crónica que se produce por una muerte precoz de las células ganglionares de la retina, cuyos axones forman el nervio óptico y este empieza a quedar vació por su ausencia.
Objetivo: reducir la presión intraocular. El único método efectivo para frenar el glaucoma es la reducción de la presión intraocular, los tratamientos más habituales son los siguientes:
El queratocono es una rara enfermedad en la que la córnea pierde su forma normal redondeada y adopta una forma cónica. Suele afectar a los dos ojos, aunque generalmente uno está más efecto que el otro. Es una enfermedad lentamente progresiva y no inflamatoria.
Al principio de su desarrollo suele producir aumento de la miopía y astigmatismo irregular elevado. Los pacientes con queratocono suelen tener también aumento de la sensibilidad a la luz. Conforme la enfermedad progresa se produce un aumento de la visión borrosa, que generalmente no puede corregirse con gafas, con necesidad de cambios frecuentes de graduación y peor tolerancia a las lentes de contacto. En casos muy avanzados se puede producir un cuadro agudo de edema corneal (acúmulo de líquido en la córnea) que asocia dolor intenso y pérdida de visión.
En caso de que con gafas o lentes no se consiga buena visión, o en aquellos casos con mala tolerancia a las lentes de contacto, existen opciones quirúrgicas para el queratocono, que deben ser estudiadas y personalizadas por su especialista.
En concreto, se puede emplear el cross-linking para detener o enlentecer la progresión del queratocono. Existen también unos segmentos de anillos de material sintético que se introducen en el espesor de la córnea y regularizan su superficie, mejorando la visión del paciente y/o la tolerancia a lentes de contacto.
La córnea está expuesta a la acción de agentes externos que pueden causar lesiones o infecciones que alteren su estructura o forma, de lo que resulta una pérdida de transparencia y un deterioro de la visión. Pero también hay otras enfermedades que pueden resultar en un daño de la córnea. En este sentido, el trasplante de córnea o queratoplastia es el tratamiento quirúrgico más eficaz cuando se ha producido una importante pérdida de calidad visual que no es reversible.
Si la córnea no se puede curar o reparar, puede que su oftalmólogo le recomiende un trasplante de córnea. Mediante este procedimiento se reemplaza la córnea enferma por una córnea transparente y saludable de un donante humano.
Si tiene una córnea dañada, su oftalmólogo le explicará qué opciones existen para mejorar su visión. Si la córnea tiene cicatrices muy profundas o está muy inflamada, la cirugía de trasplante puede restablecer la visión clara.
El estrabismo es un problema visual que hace que los ojos no estén alineados correctamente y apunten en diferentes direcciones. Algunos estrabismos se presentan antes de los 6 meses de vida (estrabismo congénito) y otros aparecen años más tarde e incluso en la edad adulta.
En la aparición del estrabismo pueden influir varias causas, los más frecuentes son:
El médico oftalmológo realiza una completa revisión para valorar el grado de desviación, motilidad ocular, refracción y fondo de ojo.
Si de entrada existe un defecto refractivo, hay que tratarlo con lentes.
Si se desarrolla una ambliopía, se tendrá que recuperar la visión de ese ojo, lo que normalmente se consigue tapando el ojo sano con un parche.
La operación quirúrgica sólo es necesaria, si una vez corregidos los defectos ópticos y la ambliopía, persiste la desviación ocular.
En la cirugía de estrabismo se operan los músculos oculomotores, que son los encargados de mover el globo ocular. La intervención consiste en reforzar o debilitar los músculos responsables de que el ojo se desvíe.
Dada la edad de los pacientes, la cirugía se realiza bajo anestesia general y de forma ambulatoria, por lo que una vez finalizada la operación, el paciente puede regresar a su casa.
Existe una subespecialidad de la Oftalmología denominada Oculoplástica, que es la que se encarga de reparar las condiciones palpebrales perdidas por los años. Los oftalmólogos oculoplásticos aplican un concepto no sólo estético del tándem ojos-párpados, sino que aportan el conocimiento profundo de sus estructuras y la visión de su funcionalidad que sólo un oftalmólogo puede tener.
La ptosis palpebral es la caída del párpado superior. Surge, habitualmente, por una disfunción del músculo elevador, debido a causas degenerativas o congénitas.
El entropión es un trastorno en el que el párpado se dobla hacia adentro y hace que las pestañas y la piel froten contra la superficie del ojo. Esto causa irritación y molestias.
El ectropión es un padecimiento muy común en la que el margen del párpado se evierte lejos del ojo (se aleja y pierde contacto con el ojo), dejando la superficie del globo ocular expuesta y vulnerable a irritación.
La dermatochalasis es una redundancia de la piel del párpado superior o inferior produciendo bolsas palpebrales y pliegues. Es un fenómeno que frecuentemente se asocia a la edad, y es de preocupación principalmente cosmética, aunque cuando estos pliegues son excesivos en el párpado superior, puede obstruir al campo visual generando un problema funcional
El ojo produce dos tipos de lágrimas: la de llorar a causa de las emociones y una lágrima continua basal que se necesita para que la superficie ocular esté siempre humedecida. La lágrima se dirige a un «desagüe» situado en la parte más interna de los párpados, y que comunica con la nariz, lo que conocemos como vía lagrimal.
El tipo más frecuente de obstrucción lagrimal es la que afecta al final del recorrido de la lágrima, en la parte baja del conducto lacrimal, en su salida hacia la nariz.